miércoles, 1 de mayo de 2013

Caos total


Total Khéops, Jean-Claude Izzo

Estoy en deuda con el neo-polar, la novela negra francesa que, con su producción del último tercio del siglo XX, marcó un camino para gran parte de la novela negra europea posterior. Considerando la influencia que se le atribuye, debo reconocer que si bien he leído mucho sobre ella, es bastante poco lo que he leído de ella. Cuando se lo dije a un  amigo librero, este me mandó Total Khéops, de Jean-Claude Izzo. Nunca se había equivocado el librero y esta vez no fue la primera.

Total Khéops está narrada y protagonizada por el policía Fabio Montale. Montale se crió en los barrios bajos de Marsella, entre los inmigrantes árabes, italianos y españoles. Con sus amigos Ugo y Manu, y la bella Lole, fueron inseparables. Eran jóvenes y, por lo tanto, inmortales. Se animaban a todo, y así fue que comenzaron a dar golpes, pequeños robos, y a gastarse en juergas la plata que robaban. Hasta que un asalto salió mal. Se separaron, tomaron distintos caminos. Manu y Ugo, el delito. Fabio, la policía. Hubo discusiones y distancia, pero la amistad nunca se apagó del todo.

Pero eso fue antes. Ahora, a comienzos de los noventa, las cosas han cambiado. El filonazi Frente Nacional de Le Pen arrasa con las preferencias en las citès, las barriadas de Marsella. Manu está muerto. Lo asesinaron. Ugo vuelve a Marsella para vengarlo. Se encuentra con Lole. Le entrega un pasaje de tren, algo de plata y esa misma noche Ugo le vacía un cargador en el pecho a un capomafia. Antes del amanecer, en un callejón, él mismo recibe las balas de la policía.

A los codazos entre sus colegas corruptos, Fabio Montale se mete en la investigación de la muerte de Ugo. Las mafias italianas están involucradas. Montale, criado en un barrio de macarronis, conoce el paño. Sabe que, con sus amigos muertos de por medio, no será un caso fácil.

Paralelamente, Montale es requerido por su amigo Mulud. Le pide ayuda, pues su hija Leila, por la que Fabio siente un afecto especial, ha desaparecido. Montale le promete encontrarla, pero lo que encuentra a los pocos días es un cadáver, en una cuneta, con hormigas y moscas sobre la sangre seca. La habían violado. Por árabe, por morita. Así son las cosas en Marsella.

En una trama que lo tironea de todos lados, Montale irá avanzando hasta descubrir las conexiones entre las mafias, la policía, los racistas, los que mataron a Leila. Un caos total, un total khéops, como cantan los raperos de IAM.

Total Khéops es una extraordinaria novela negra. Lo es porque, al margen de una trama más o menos compleja, más o menos interesante, la historia va por el lado del retrato de una sociedad en un determinado momento histórico. Aquí los ojos que describen esa sociedad son los de Fabio Montale. Policía atípico, desencantado y de vocación débil, no odia a los pobres ni a los árabes. Él mismo viene de la inmigración, y lo recuerda. Tiene claro quiénes son los enemigos. Es un romántico que pelea solo, como buen detective arquetípico. Latino y mediterráneo (al igual que el Montalbano de Camilleri, su nombre homenajea al gran Manuel Vázquez Montalbán, padre de Pepe Carvalho), no le son ajenas la buena cocina y las mujeres. Está solo desde que lo dejó Rosa, pero conserva varias compañeras. La joven Leila, Marie-Lou, Babette y Honorine. Todas se hacen presentes en su cama o en su mesa. Es decir, en su corazón.

Izzo conoce y ama Marsella. Las descripciones de sus bares, sus callejones, sus paisajes y su historia avivan en el lector el deseo de viajar hasta allí. Caminar por sus calles portuarias, mugrientas, tomarse un pastís oliendo el Mediterráneo. No es poco mérito y habla de la estatura de Izzo como escritor. Sin embargo, decir que Marsella es el otro personaje que anima esta historia ya suena a lugar común. Prefiero decir que Marsella, ciudad natal de Montale y del propio Izzo, es el escenario que elige el autor para mostrar el retrato social propio de este género. Marsella es fundamental en esta novela, pero porque es el escenario para hablar de la violencia de una sociedad, de una forma de vivir. Mostrar Marsella, hablar del mundo.

Total Khéops da comienzo a la Trilogía de Marsella. Las otras dos novelas son Chourmo y Soleá, todas protagonizadas por Fabio Montale (*). Será difícil conseguirlas desde Buenos Aires. Valdrá la pena intentarlo, o habrá que apelar al librero. Y leerlas todas: no sea cosa de que pinte un viaje a Marsella, y uno no esté preparado.

Traducción: Matilde Sáenz
3/13

(*): luego de la muerte temprana de Izzo, en 2000, la Trilogía de Marsella fue llevada a la TV en una miniserie en la que Alain Delon interpretó al Montale.

2 comentarios:

  1. Izzo es uno de los grandes. Sus tres libros son perfectos en su tono, en su manera de mostrar una ciudad y sus gentes... No sólo se disfruta mucho leyéndolo sino que cuando acabas te sientes un poquito más ... no sé, un poquito más algo bueno.

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    1. Hola, Maite.
      Gracias por la visita.
      Sabía de tu gusto por Izzo. De hecho, tu reseña fue una de las que me inclinó a pedir este libro a mi librero amigo.
      Así que, ya ves, visitando blogs afines, intercambiando opiniones, uno se va haciendo mejor lector... "te sientes un poquito más algo bueno".
      Saludos desde MDP,

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