sábado, 4 de mayo de 2013

Marsella


Marsella no es una ciudad para turistas. No hay nada que ver. Su belleza no se fotografía. Se comparte. Aquí hay que tomar partido. Apasionarse. Estar a favor o en contra. Estar, hasta las cachas. Y sólo así lo que hay que ver se deja ver. Y entonces, demasiado tarde, uno se encuentra de lleno en pleno drama. Un drama antiguo, donde el héroe es la muerte. En Marsella, incluso para perder, hay que saber pegarse.

(Jean-Claude Izzo, Total Khéops, Madrid, Ediciones Akal, 2012, pg 31)

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