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lunes, 3 de octubre de 2011

Intrigas en un nuevo orden mundial

El enemigo, Lee Child


El enemigo es la primera de las historias de Jack Reacher, el detective creado por el británico Lee Child. No es la primera novela, pero sí la que ocurre más temprano en el tiempo, y de ella podemos aprender mucho acerca del protagonista.

Estamos en el Año Nuevo de 1990. Jack Reacher se encuentra destinado en una base de Carolina del Norte. Ha llegado allí pocos días antes, procedente de Panamá (Noriega, operación Causa Justa, ¿a alguien le suena?). En medio de los festejos de Año Nuevo, en su carácter de comandante de Policía Militar, Reacher debe asistir a un sucio motel de un cruce carretero cercano a la base. Allí ha aparecido muerto un alto general, jefe del cuerpo de Blindados con asiento en Alemania, que se encontraba de paso hacia una importante reunión a celebrarse en California. ¿Qué hace ahí? ¿Con quién estaba? Parece que ha muerto de un ataque al corazón, pero ¿solo, y con un condón puesto? En cualquier caso, hay en el Ejército gente que está muy interesada en que no crezca un escándalo a partir de esto.

Digamos que un general muerto en un motel no es cosa fácil de manejar, pero muy distinto es que enseguida aparezca asesinada la esposa del mismo general, quien vivía en una ciudad cercana a la base. ¿Mucha casualidad pensar en un ladrón? Encima, dos días más tarde el cadáver de un integrante de los comandos Delta aparece en medio del campo, en una escena armada para simular un crimen de índole sexual.

Reacher, que no cree mucho en las casualidades, debe buscar la conexión entre estos hechos. Con ayuda de la teniente Summer encara las investigaciones, a menudo transgrediendo muy alevosamente la disciplina militar. Se convierte en poco menos que un renegado, perseguido por pares y superiores a medida que va desentrañando una intriga política de grandes proporciones. En un mundo que se ha vuelto del revés luego de la caída del Muro, muchos saben que se vienen cambios violentos en el Ejército, y todos están trabajando para sacar el mejor provecho de ellos. Reacher debe entonces destapar intrigas internas que lo llevan a recorrer medio mundo, desde California a Frankfurt, pasando por París.

Paralelamente, conocemos al hermano de Reacher. También es un alto funcionario del gobierno. Ambos deben encontrarse para ir a ver a su madre, que está agonizando sola en París. Esta trama paralela, en un registro que poco tiene que ver con el policíaco, resulta muy interesante por la información que nos da acerca de Reacher y su familia, pero por sobre todo porque nos muestra un costado de Reacher al que no estamos habituados: el de los afectos. Perfectamente escrita, de lo mejor del libro, resulta emocionante presenciar la forma en que los hermanos Reacher se enfrentan a la pérdida.

En mi anterior reseña sobre él, ya encontré varios características que me gustaban del Reacher detective privado. Sin embargo, en El enemigo todavía se desempeña como un militar de un ejército imperial, cuyas “Causas justas” viene sufriendo el mundo entero desde hace rato. ¿Cómo se entiende que, aun así, el personaje caiga tan bien? Se me ocurre una explicación: Reacher es un outsider. Trabaja en el ejército, y es leal a él, pero como todo buen detective que se precie, Reacher tiene sus convicciones, su moral, y no hay norma del ejército que pueda pasar sobre ellas. Nada más lejano a Reacher que el concepto de “obediencia debida”, en su acepción mala. El lector nunca pierde de vista que, tarde o temprano, Reacher acabará teniendo problemas son sus empleadores…

Una gran novela de un gran personaje. Invita a hacerse fan de la serie. A diferencia de El camino difícil, El enemigo está narrada en primera persona por el propio Reacher. Este detalle ya me lo había adelantado mi amigo Diego Ruiz, de elaleph.com, que me prestó el libro (y también el próximo de la serie). ¡Gracias, Diego!

Traducción: Juan Soler

9/11

lunes, 27 de junio de 2011

A este lo vas a querer en tu equipo

El camino difícil, Lee Child

Hagamos un juego. Supongamos que te encuentras, estimado lector, en un callejón oscuro y sucio. No estás solo: hay, pongamos, cuatro o cinco tipos muy enojados. No importa la razón, pero el enojo es contigo, lector. Los tipos portan armas “no inmediatamente letales” (es decir, no pistolas, sino, por ejemplo, bates de béisbol). No hay testigos a la vista. El panorama es feo, ¿eh? Bueno, éste es el juego: te doy un segundo para pensar en un héroe de novela negra, que se materializará en el callejón y te ayudará en ese difícil trance. ¿Listo? ¿Pensaste? Yo también: el mío es y será Jack Reacher, un tipo duro de verdad. Muy duro.

Jack Reacher, el protagonista de El camino difícil, es un expolicía militar. De vez en cuando hace trabajos de investigador privado, pero no parece que sea una ocupacion estable. En esta, décima novela de una serie que ya lleva ¡dieciséis!, podría decirse que su trabajo le cae de casualidad. Una noche, Reacher se encuentra tomando un expreso en un café neoyorquino cuando observa a un hombre subirse a un auto y alejarse. Nada muy llamativo, la verdad. El café está tan bueno que, contrariando una de sus tantas normas internas —llamarlas obsesiones sería más correcto— vuelve a la noche siguiente al mismo lugar, a la misma hora. Allí lo encara un sujeto que le pregunta por el hombre y el auto que vio la noche anterior. Reacher nos sorprende con una descripción ultra detallada del vehículo, como si estuviese viéndolo en ese mismo momento. Es una de las tantas habilidades de Reacher: observar, vivir en estado de alerta.

El tipo que lo interroga resulta ser un militar británico retirado. Lo lleva al famoso edificio Dakota a ver a su jefe, el señor Lane, y a sus compañeros. Reacher detecta enseguida que todos son de alguna forma sus colegas: Marines, Deltas, Recon Marines, comandos SAS, todos combatientes de élite. Le explican que lo que presenció la noche anterior fue la entrega de un rescate millonario por un secuestro, el de la esposa y la hijastra de Lane, y que es el único que vio al secuestrador. Lane no está dispuesto a recurrir al FBI. Así que, pregunta va, respuesta viene, Reacher termina contratado por Lane, quien lo incorpora a su equipo con la misión de encontrar a las secuestradas.

Comienza así una historia interesantísima y atrapante, que nos llevará desde el Greenwich Village de Nueva York hasta la campiña inglesa, pasando por los horrores de las guerras civiles y las revueltas en pequeñas naciones africanas. Con una muy adecuada dosificación de las pistas que permiten al lector ir desentrañanado el misterio a la par de Reacher, la novela se lee de un tirón. A mí criterio no tanto por la historia sino por el personaje: la pregunta no es acá “¿qué va a pasar ahora?” sino “¿qué hará Reacher ahora?”.

Jack Reacher es un personaje muy especial. Su enorme físico, sumado a su entrenamiento militar y a su mente de extraño funcionamiento lo convierten en una especie de máquina super eficiente para el rastreo de personas. Reacher habla muy poco, sólo lo necesario. Observa todo, todo el tiempo. Almacena datos que a la mayoría de los mortales se nos pasarían por alto. Siempre sabe qué hora es gracias a su preciso reloj mental, que incluso le sirve para despertarse. No sabe de dónde le viene esta habilidad, pero la tiene. Y, encima de todo, Reacher puede ser un tipo muy violento. De esos que no se andan con vueltas a la hora de resolver por las malas cualquier situación. En suma, el tipo que te conviene tener siempre de tu lado.

Lee Child, británico al que se le nota poco su origen, escribe con mucho oficio una buena historia, no quiero dejar de mencionarlo. Muchos quisieran escribir una historia tan bien planteada como esta, no lo duden. Pero su mejor creación es este extraordinario personaje. Jack Reacher, norteamericano, y cuyas historias transcurren en Estados Unidos, es una creación muy bienvenida. Es uno de esos personajes que te hacen esperar con ansiedad su próxima novela.

El camino difícil es el primer libro de Lee Child que se puede encontrar en las librerías de Buenos Aires. Sé de alguna vieja edición de otro, y también que RBA ha sacado alguna novela más en su interesante colección Serie Negra.

Venderán al menos una el primer día en que aparezca por aquí.

Traducción (¡excelente!): Magdalena Palmer

5/11