Hagamos un juego. Supongamos que te encuentras, estimado lector, en un callejón oscuro y sucio. No estás solo: hay, pongamos, cuatro o cinco tipos muy enojados. No importa la razón, pero el enojo es contigo, lector. Los tipos portan armas “no inmediatamente letales” (es decir, no pistolas, sino, por ejemplo, bates de béisbol). No hay testigos a la vista. El panorama es feo, ¿eh? Bueno, éste es el juego: te doy un segundo para pensar en un héroe de novela negra, que se materializará en el callejón y te ayudará en ese difícil trance. ¿Listo? ¿Pensaste? Yo también: el mío es y será Jack Reacher, un tipo duro de verdad. Muy duro.
Jack Reacher, el protagonista de El camino difícil, es un expolicía militar. De vez en cuando hace trabajos de investigador privado, pero no parece que sea una ocupacion estable. En esta, décima novela de una serie que ya lleva ¡dieciséis!, podría decirse que su trabajo le cae de casualidad. Una noche, Reacher se encuentra tomando un expreso en un café neoyorquino cuando observa a un hombre subirse a un auto y alejarse. Nada muy llamativo, la verdad. El café está tan bueno que, contrariando una de sus tantas normas internas —llamarlas obsesiones sería más correcto— vuelve a la noche siguiente al mismo lugar, a la misma hora. Allí lo encara un sujeto que le pregunta por el hombre y el auto que vio la noche anterior. Reacher nos sorprende con una descripción ultra detallada del vehículo, como si estuviese viéndolo en ese mismo momento. Es una de las tantas habilidades de Reacher: observar, vivir en estado de alerta.
El tipo que lo interroga resulta ser un militar británico retirado. Lo lleva al famoso edificio Dakota a ver a su jefe, el señor Lane, y a sus compañeros. Reacher detecta enseguida que todos son de alguna forma sus colegas: Marines, Deltas, Recon Marines, comandos SAS, todos combatientes de élite. Le explican que lo que presenció la noche anterior fue la entrega de un rescate millonario por un secuestro, el de la esposa y la hijastra de Lane, y que es el único que vio al secuestrador. Lane no está dispuesto a recurrir al FBI. Así que, pregunta va, respuesta viene, Reacher termina contratado por Lane, quien lo incorpora a su equipo con la misión de encontrar a las secuestradas.
Comienza así una historia interesantísima y atrapante, que nos llevará desde el Greenwich Village de Nueva York hasta la campiña inglesa, pasando por los horrores de las guerras civiles y las revueltas en pequeñas naciones africanas. Con una muy adecuada dosificación de las pistas que permiten al lector ir desentrañanado el misterio a la par de Reacher, la novela se lee de un tirón. A mí criterio no tanto por la historia sino por el personaje: la pregunta no es acá “¿qué va a pasar ahora?” sino “¿qué hará Reacher ahora?”.
Jack Reacher es un personaje muy especial. Su enorme físico, sumado a su entrenamiento militar y a su mente de extraño funcionamiento lo convierten en una especie de máquina super eficiente para el rastreo de personas. Reacher habla muy poco, sólo lo necesario. Observa todo, todo el tiempo. Almacena datos que a la mayoría de los mortales se nos pasarían por alto. Siempre sabe qué hora es gracias a su preciso reloj mental, que incluso le sirve para despertarse. No sabe de dónde le viene esta habilidad, pero la tiene. Y, encima de todo, Reacher puede ser un tipo muy violento. De esos que no se andan con vueltas a la hora de resolver por las malas cualquier situación. En suma, el tipo que te conviene tener siempre de tu lado.
Lee Child, británico al que se le nota poco su origen, escribe con mucho oficio una buena historia, no quiero dejar de mencionarlo. Muchos quisieran escribir una historia tan bien planteada como esta, no lo duden. Pero su mejor creación es este extraordinario personaje. Jack Reacher, norteamericano, y cuyas historias transcurren en Estados Unidos, es una creación muy bienvenida. Es uno de esos personajes que te hacen esperar con ansiedad su próxima novela.
El camino difícil es el primer libro de Lee Child que se puede encontrar en las librerías de Buenos Aires. Sé de alguna vieja edición de otro, y también que RBA ha sacado alguna novela más en su interesante colección Serie Negra.
Venderán al menos una el primer día en que aparezca por aquí.
Traducción (¡excelente!): Magdalena Palmer
5/11
por la descripcion que haces del personaje, parece interesante, y bastante similar al Burke de Vachss. No se si lo has leido.
ResponderEliminarVoy a ver si lo puedo conseguir.
un abrazo grande. y segui dandole duro al blog
Hola, Nicolás.
ResponderEliminarNo, no he leído al Burke de Vachss, pero voy a hacerlo en cuento pueda.
Este Jack Reacher es todo un personaje. Esperemos que pronto lleguen más historias.
Gracias por pasar y comentar.
Un abrazo,
A
Qué tal, Ariel. Muy buena tu reseña de uno de mis detectives preferidos, Jack Reacher. RBA tiene también editada en la serie negra "Un disparo", una curiosísima investigación de Reacher, y tiene también en bolsillo otras dos, editadas hace ya unos cuantos años, "El inductor" y "El enemigo". Fijo que las podéis encontrar en librerías de libro de bolsillo. Un saludico y a darle duro a Lee Child, del que me han comentado que para 2012 editarán una nueva aventura de Jack Reacher.
ResponderEliminarGracias por venir, Terri.
ResponderEliminarConocía a Child de nombre, pero nunca había leído una novela suya. Me gustó tanto la primera que ahora las busco, y no las encuentro.
Un amigo me mencionó esas mismas que vos decís (soy rioplatense para escribir...). Me dejó intrigado, pues mencionó que algunas están escritas en primera persona. ¿JR narrador? ¡Uau! Pagaría por leer eso, ja.
Un abrazo, y felicitaciones por negraconpuntillo.
A