Muerte y vida de Bobby Z, Don Winslow
Supongamos que conocen a un autor, del que han leído dos novelas. La primera de ellas digamos que entra cómoda en cualquier Top Ten de la novela negra contemporánea (por respeto, dejemos afuera a los clásicos). La segunda fue apenas excelente. Resulta que aparece una tercera novela del mismo autor: ¿qué harían ustedes en mi lugar? Correcto, lo mismo que hice yo: zambullirme de cabeza en la primera librería y hacerme de un ejemplar de Muerte y vida de Bobby Z, la última novela de Don Winslow editada por Roja & Negra. ¿El resultado? Les cuento…
Tim Kearney es un perdedor al que todo le sale mal. Estando en la cárcel, preso por atraco a mano armada, le corta el cuello a Skindog, un integrante de los temibles Hell´s Angels. Esto lo convierte en triple reincidente o, peor aún, en hombre muerto apenas vuelva a asomar la nariz al patio de la cárcel.
Conocedor de esta circunstancia, un agente de la DEA llamado Tad Gruzsa, secundado por su secuaz Escobar, le hace una oferta a Tim: debe hacerse pasar por Bobby Z, un narco surfero muerto en un confuso episodio en el sudeste asiático, con quien tiene un asombroso parecido físico. Es sólo por un tiempo, le dice. Después, le darán a cambio una nueva identidad y la libertad absoluta. Tim no se muestra muy convencido, pero con unos golpes bien aplicados, termina tomando la decisión “correcta”.
El asunto es que Tim/Bobby debe ser canjeado por otro agente de la DEA, capturado por Don Huertero, poderoso zar de la droga. Por supuesto, el canje, al mejor estilo guerra fría pero en la frontera mexicana, fracasa. Hay un tiroteo en el desierto y Tim se escapa. Así comienza un agitado periplo en el que Tim/Bobby —ahora buscado prácticamente por todo el mundo— se cruza con la más variopinta galería de personajes. El cowboy Johnson, el indio Rojas y Brian el gordo. La hermosa Elizabeth y el pequeño Kit. El Monje, excómplice de Z, y el loco One Way.
Winslow maneja con astucia esta narración vertiginosa, entretenida, que se lee fácil y al final de cada corto capítulo no te queda otra opción que dar vuelta la página para averiguar qué pasó. Sin embargo, Muerte y vida de Bobby Z no es una novela deslumbrante como las dos citadas al comienzo (por si algún lector necesita aclaración, aquellas dos novelas son la tremenda, enorme El poder del perro y la violenta y a la vez intimista El invierno de Frankie Machine, comentada en este blog, aquí). Escrita íntegramente durante sus viajes en tren al trabajo, “cuando ya daba por terminada mi carrera de escritor”, Muerte y vida de Bobby Z no alcanza aquellas alturas literarias: es una buena novela, y punto.
Tim Kearney es el clásico perdedor que habita ese universo tan bien plasmado por las películas de Tarantino y los Coen (no en vano Fresán los menciona en el prólogo) o por las novelas de Elmore Leonard. Un maleante que, combinando torpeza, mala suerte y simpatía, termina haciéndose querer. ¿En qué falla entonces? En el humor. La narración es por momentos una seguidilla de situaciones ridículas y comentarios pretendidamente graciosos, como si Winslow quisiera mostrarnos que él también es capaz de “guionar” una historia violenta y pochoclera que nos mantenga despiertos dos horas frente a la pantalla. Lo logra, lo que no es poco. Pero no logra la profundidad dramática que, habiendo leído sus anteriores obras, uno espera del gran escritor que es Don W.
La traducción de Eduardo G. Murillo es correcta pero muy ardua para quiénes no hablamos el español castizo de la península. Muchos gilipollas, tías/os, coños, pollas, trena, trullo, chaval… en fin, más de lo mismo.
5/11
Estimado Ariel, el libro de Miguel Molfino "Monstruos Perfectos" lo podés conseguir en Buenos Aires en Librería de la Paz, Estados Unidos 689
ResponderEliminar011 43074725 / 03722 15 386176. Un abrazo grande, espero que disfrutes la novela.
Alfredo.
xxciudadespectral.blogspot.com
Gracias por el dato, Alfredo. En cuanto pueda me hago de un ejemplar.
ResponderEliminarUn gran abrazo,
A