El invierno de Frankie Machine, Don Winslow
Conocí a Don Winslow cuando se publicó su primera novela en castellano, El poder del perro. Venía precedida del siempre vendedor prólogo de Fresán, pero lo que me animó a leerla fue un elogioso –y breve y certero– comentario de James Ellroy. Ellroy es muchas cosas, pero no es un habitante frecuente de las solapas y contratapas a la manera en que sí es, por ejemplo, Stephen King. Dada mi devoción por el gran James, decidí darle una oportunidad a Don, y se la di. Fue una buena decisión. Me encontré con lo mejor que he leído en mucho tiempo en este género: me explotó la cabeza.
Para la segunda novela suya que llega a mis manos, El invierno de Frankie Machine, ya no hizo falta el comentario de Ellroy (aunque también viene en la solapa). Esta vez yo me parecía bastante a esos fans de Star Wars que hacen cola para la entrada el día del estreno, esperando que El invierno de Frankie Machine llegara a Buenos Aires.
Y no me defraudó: en un registro bien diferente al de su predecesora, esta segunda novela responde a las expectativas –enormes– creadas por la anterior obra de Winslow. Esta es una novela de mafiosos, de un mundo de negocios turbios, prostitución, juego, corrupción. El ambiente y el lenguaje recuerdan a Buenos muchachos o a Los Soprano, esos mafiosos tradicionales y crueles pero que muestran un costado humano.
El invierno está contada a través de su personaje, el querible Frankie Macchiano. Frankie es un hombre mayor que vive una vida normal. Es cierto que trabaja mucho con sus varios negocios, absolutamente legales, pero aún así es una vida que merece ser vivida. Vean si no. Frankie vive solo. Se levanta muy temprano, se prepara el desayuno mientras escucha óperas y se va a abrir su puesto de venta de carnadas en el muelle de San Diego, California. Allí todos lo quieren y lo respetan como a un patriarca. Al mediodía suele almorzar con su novia Donna. Tiene una hija, Jill, que está por entrar en la universidad. Y hasta se lleva bien con su ex mujer, Patty. Encima de todo, por las mañanas nunca se pierde “la hora de los caballeros”, como llaman él y su amigo, el agente del FBI Dave Hansen, al rato que comparten montando las olas en sus tablas de surf. ¿Qué más puede pedir un hombre? Realmente, la maestría con las que Winslow nos muestra en los primeros capítulos la vida que lleva Frankie hace que instantáneamente este entre en nuestros corazones.
Desde luego, en un momento la cosa se tuerce. Alguien tiende una trampa a Frankie, y le vuelve a salir de adentro todo aquello que él sabía hacer. Aquello por lo que le decían Frankie Machine, la máquina.
A partir de entonces, la historia se desarrolla intercalando flashbacks de la vida mafiosa del joven Frankie. Allí van apareciendo nuevos personajes, para que tanto los lectores como el mismo Frankie vayamos entendiendo qué es lo que pasa, quién y por qué está queriendo desahacerse de él.
La prosa es bien ágil. El dibujo del personaje de Frankie es magnífico, tanto que De Niro planea protagonizarlo en el cine. Los diálogos van en línea con lo mejor de la escuela norteamericana. En resumen, sin ser la tremenda,violentísima y excepcional El poder del perro –lo que, dada la estatura de esa primera novela, no significa mucho– esta es una muy buena novela, con un personaje de esos que quedarán en la memoria.
Párrafo aparte para la traducción demasiado “española” de Alejandra Devoto, que nos dificulta la lectura con una gran profusión de gilipollas, tías y chavales a los lectores “no españoles”. Algo más de neutralidad hubiera sido bienvenida.
2/11
estoy en uno de los mejores hoteles en Praga y queria saber si ese libro podia encontrarlo aqui o en buenos aires ya que vuelvo en unos dias.
ResponderEliminarGracias por tu comentario, Mónica.
ResponderEliminarNo te puedo decir si el libro está disponible allí. Seguro que se consigue en Buenos Aires, o en cualquier lugar en España.