—Las opiniones son como la raja del culo —solía decir
Shannon—, todo el mundo tiene una. Pero las convicciones, eso ya es otra cosa…
Las convicciones son unos enemigos de la verdad más peligrosos que las
mentiras.
Esta última cita era de Nietzsche, aunque Driver no lo
sabía en su momento. Estos últimos años, Driver se había puesto al corriente de
muchas cosas. Dudaba mucho que Shannon creyera en ningún tipo de verdad
susceptible de ser metida en una caja para llevártela a casa. Pero era
innegable que sabía lo suyo de mentiras. Las que nos cuentan desde el nacimiento,
aquellas en las que nosotros mismos nos metemos, las que nos contamos a
nosotros mismos para seguir adelante.
(James Sallis, El regreso de Driver, Barcelona, RBA
libros, 2013)
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