Se sabe que el relato corto participa
del origen del género negro. La revista Black
Mask, y toda esa movida que acompañó a la Gran Depresión. Y eso para no
hablar del estadío evolutivo previo, con Poe y su investigador Dupin. Sin
embargo, en mi experiencia personal, el canal ancho de acercamiento al género
fue siempre la novela. Incluyendo las de esos mismos autores que publicaban en
aquellas revistas baratas. Desde luego, coleccionadicto como soy, he leído más
tarde aquí y allá los relatos cortos de Chandler, alguno de Hammet, o de Ross
Macdonald. Pero fueron excepciones, breves paseos por las afueras de la
fortaleza, para siempre volver a la seguridad de la novela. ¿Será que no hemos
tenido por estas latitudas las revistas de relatos tan populares en el norte?
Quién lo sabe.
El asunto es que hoy voy a escribir
sobre una excelente colección de relatos. Eso es Crímenes, de un autor hasta ahora desconocido para mí, y creo que
para muchos lectores en español. Fenómeno de ventas en Alemania, donde creo que
ya ha editado un par de libros posteriores a este, Von Schirach es un abogado
penalista que ejerce en Berlín, y a quien se le dio por escribir ficciones
basadas en/inspiradas en/con elementos de los casos en los que se ha visto
envuelto. Y lo hace maravillosamente bien.
Los sucesos que se narran, los
personajes que intervienen, todos pertenecen a los ambientes del género negro: prostitutas, políticos de moral dudosa,
pequeños traficantes, ladrones, pandilleros skin,
asesinos profesionales y amateurs, locos diversos. Lejos de los acristalados
rascacielos del poder, monumentos a la eficiencia germana, ellos sobreviven en
los fríos y poco hospitalarios barrios de Kreuzberg y Neukölln, márgenes de ese
fascinante laboratorio multicultural que es el Berlín post-muro.
Sin embargo, puede haber quien
cuestione la pertenencia de los cuentos de Crímenes
al género negro. Ya sabemos cómo son los puristas. Pero justamente, creo que
ese caminar por el límite, por ese filo, es lo que hace tan bueno a este libro.
Porque ese es el tema de esta obra: los límites, su fragilidad, lo etéreos,
inasibles y porosos que resultan a menudo, y lo que hace que los seres humanos
se encuentren con asombrosa facilidad de un lado o del otro. La “fina capa de
hielo que nos separa de una muerte rápida”.
Von Schirach escribe en el
atrapante prólogo que tenía un tío, juez penal, que les contaba, de niños,
inentendibles casos de homicidios. Todos los empezaba con la misma frase: “La
mayoría de las cosas son complicadas, y la culpabilidad es siempre un asunto
peliagudo”. El tío, juez probo y admirado, veterano de guerra, un día se voló
el bocho de un escopetazo.
Ferdinand von Schirach eligió
otro camino: esquivar la escopeta escribiendo excelentes cuentos. Que siga así,
por su bien y por el nuestro.
Traducción: Juan de Sola
1/12
No tenía ninguna referencia ni de la obra ni del autor.... pero me lo apunto, por si acaso.
ResponderEliminarUn saludico, Ariel.
Hola, Jabi. Gracias por pasar.
ResponderEliminarJusto esta semana salió aquí, en el Radar de Página/12 (un atendible suplemento cultural) una nota sobre Von Schirach: http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/libros/10-4575-2012-02-21.html
Vale la pena leerla.
Un abrazo,
A