Por eso me
puse a escribir mi historia, lo cual ha sido un arduo trabajo, sobre todo en
los momentos en que mi relato no conseguía reflejar toda la verdad. Esta
carencia no se debe a mis mentiras, sino al hecho de que la verdad es
complicada. Los imbéciles creen que la verdad es algo sencillo, pero yo he
descubierto que no es así. Los hechos que he descrito son reales, pero los
hechos y la verdad son primos lejanos, no hermanos de sangre. En lugar de
reflejar la verdad, le he dado forma racional. Estando solo, leyendo vorazmente
y escribiendo estas memorias, he pensado mucho y creo que aquellos que piensan
siempre piensan en último término sobre su propia muerte, aunque los
pensamientos que emerjan a la superficie sean otros. Cuando se piensa en vivir,
también se piensa en morir, porque la vida y la muerte están entrelazadas.
Y pensar
es una maldición.
(Edward
Bunker, No hay bestia tan feroz,
Barcelona, Sajalín Editores, 2009, pg 414)
No hay comentarios:
Publicar un comentario