domingo, 5 de enero de 2014

Mensaje del cielo

Siempre había opciones. Recordé la peor tarde de mi carrera de jugador. Mi esposa y yo habíamos ido de vacaciones a Miami y, cuando terminó la novena carrera de nuestro primer día en Hialeah, ya le llevaba gastados seiscientos dólares. Me senté en las gradas, ya casi vacías, con un montón de boletos rotos a los pies y un viento frío que arrastraba papeles por la pista, e intenté no mirar la desilusión y la furia en el rostro de mi esposa. Luego, oí una avioneta que volaba en lo alto, miré hacia el cielo gris y vi un biplano que mostraba un cartel de lona que decía: “Recupere lo perdido las carreras de perros de Biscayne esta noche”. Incluso un perdedor tenía futuro.

(James Lee Burke, La lluvia de neón, Barcelona, RBA libros, 2012, pág. 272)


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