viernes, 2 de noviembre de 2012

Las mujeres de Tom Spellacy


Tom Spellacy pensó: Esta Lois Fazenda es una mina de oro. Un imán para cualquier gurú de pacotilla, psicólogo o experto, en grafología o cualquier otra cosa. Para no hablar de los periódicos. La vida y milagros de Lois Fazenda con fotos de la chica en bañador. Alguien estaba haciéndose de oro con Lois Fazenda en bañador, de eso estaba seguro. Costaba abrir un periódico sin encontrar el antiguo asesinato sin resolver de una chica, acompañado de una foto de Lois Fazenda en traje de baño y el titular: “¿DÓNDE ESTÁ LA CONEXIÓN PERDIDA?” La conexión perdida eran las tetas y el culo, eso era sencillo. Se preguntó cuántos chavales se la estarían pelando con el Express. Por lo menos ellos sacaban algo del asunto. No parecía haber más que callejones sin salida. Suponía que eso era bueno. Los callejones sin salida significaban más trabajo, y cuanto más trabajo hubiera, menos tiempo tendría para preocuparse por Corinne. Y por Mary Margaret.

(John Gregory Dunne, Confesiones verdaderas, Barcelona, Mondadori, 2012, pg 266)

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