Tom Spellacy pensó: Esta Lois Fazenda es una mina de oro. Un imán para
cualquier gurú de pacotilla, psicólogo o experto, en grafología o cualquier
otra cosa. Para no hablar de los periódicos. La vida y milagros de Lois Fazenda
con fotos de la chica en bañador. Alguien estaba haciéndose de oro con Lois
Fazenda en bañador, de eso estaba seguro. Costaba abrir un periódico sin
encontrar el antiguo asesinato sin resolver de una chica, acompañado de una
foto de Lois Fazenda en traje de baño y el titular: “¿DÓNDE ESTÁ LA CONEXIÓN
PERDIDA?” La conexión perdida eran las tetas y el culo, eso era sencillo. Se
preguntó cuántos chavales se la estarían pelando con el Express. Por lo menos ellos sacaban algo del asunto. No parecía
haber más que callejones sin salida. Suponía que eso era bueno. Los callejones
sin salida significaban más trabajo, y cuanto más trabajo hubiera, menos tiempo
tendría para preocuparse por Corinne. Y por Mary Margaret.
(John Gregory Dunne, Confesiones verdaderas, Barcelona, Mondadori, 2012, pg 266)
No hay comentarios:
Publicar un comentario