Retuerzo
el cuchillo:
—Esto es
por todo lo que me has hecho, por todo lo que me has hecho ver, por todas las
pollas que he chupado y todas las noches que he pasado sin dormir, por las voces
en mi cabeza y el silencio de la noche, por el agujero en mi cráneo y las
cicatrices en mi espalda, por las palabras escritas en mi pecho, por el niño
que fui y los niños que vi, por Michael Myshkin y Jimmy Ash, por Johnny
Piggott, el gordo, y por su hermano Pete, por Leonard Marsh y su padre, George,
por todos los niños a los que te has follado y por sus padres que disfrutaban
mirando, por sus cámaras en la mano y sus pollas en mi culo, por tu lengua en
mi boca y tus mentiras en mis oídos, tus te quiero me quieres, por sus clavos
en mis manos y los tuyos en mi cabeza, por ese cuchillo en mi corazón y éste en
el tuyo.
Adiós,
dragón.
Vuelvo a
sacar el cuchillo…
Lo beso
por última vez…
Y lo suelto…
Hacia
atrás…
Escaleras
abajo.
Con el
pecho desnudo y empapado de sangre.
Me vuelvo
y me veo en el espejo del baño:
Un agujero
en la cabeza.
Protuberancias
en la espalda.
Diez
letras en mi pecho:
Un solo amor.
(David
Peace, 1983, Barcelona, Alba
Editorial, pg 534)
WOW!
ResponderEliminarGracias por la visita, Infinita.
ResponderEliminarWOW y mucho más es lo que te provoca este autor oscurísimo, David Peace.
Ojalá lo disfrutes tanto como yo.
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Gracias!