¿Cómo podía ser que en algunas cosas fuéramos un calco y en otras tan diferentes a estos pendejos?
La veo a la Evi. Lo veo al Marcelo. Y aunque tengamos la misma edad, parecen mucho más viejos que nosotros. Y la veo a la Abi. Y lo veo al Luchi. Y ellos sí que parecen de nuestra edad, aunque nosotros tengamos las edades de los padres. Si me preguntan a mí la que voy a batir es que dejar de bailar es lo que te pone medio momia. Y si dejás de ir a bailar siendo todavía un guacho, al toque pintó el jubilado mal.
(Ráfaga)
(Leonardo Oyola, Kryptonita, Buenos Aires, Mondadori, 2011, pág 152)
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