El guardián de los niños, Johan Theorin
Viéndolas desde este extremo sur, caliente y
latino, sucio y desprolijo, no se
puede evitar la conclusión de que ciertas cosas sólo pueden suceder en Suecia.
Intentá imaginar una clínica psiquiátrica
ultra profesional, amurallada y distante, pero limpia y segura. Que aloje
pacientes de diversa gravedad, y hasta asesinos seriales condenados. Que al
lado de esa clínica funcione una guardería infantil para los hijos de los
internos, en una especie de experimento que busca demostrar las virtudes del
contacto entre padres (internos y "enfermos") e hijos (externos y "sanos"). Que
en esa guardería pueda trabajar un joven maestro de niños. Un varón que educa,
juega, cuida a los pequeños, incluso velando por ellos durante las noches.
¿Intentaste imaginar todo eso?
Bien: estás imaginando Suecia.
La progresista y moderna Suecia, el paradigma
del estado de bienestar. Un lugar distante, en el que todo es tan civilizado,
moderno, limpio y prolijo.Y frío. Bienvenidos a Suecia. Y bienvenidos a la
literatura de Johan Theorin, donde todo es tan... sueco.
El protagonista de El guardián de los niños
es Jan Hauger. Jan es un joven algo tímido, que está llegando a la
treintena, y se muda a la sureña ciudad de Valla para emplearse como
maestro en una guardería infantil. Es una guardería especial: funciona en la
clínica psiquiátrica Santa Patricia, o Santa Psico, como la llaman los
lugareños. Al llegar lo entrevista el enigmático doctor Högsmed, perfecto
director para el misterioso instituto. Jan es aceptado y comienza a trabajar.
Parece feliz entre los niños de Calvero (ese es el nombre de la guardería:
Calvero, un claro en el bosque). Enseguida demuestra que puede ser un docente
capaz y responsable.
Pero claro, tal como parece decirnos no sólo
Johan Theorin sino toda la novela negra nórdica —empecinada en mostrarnos las
imperfecciones del lugar perfecto—, nunca nada es lo que parece. Mucho menos en
un lugar tan idílico. Muchísimo menos en Suecia, el estado del
aparente bienestar, el lago de superficie calma y fondo turbulento. Pareciera
que para vivir en un lugar (en una sociedad) así, siempre hay que esconder algo.
Y Jan no es la excepción, pues oculta ciertos episodios de su pasado.
Es que Jan tiene antecedentes profesionales
que lo inhibirían para este trabajo en Calvero. En concreto, la desaparición de
un niño bajo su responsabilidad en otra guardería, unos nueve años atrás.
También, ya que estamos, ocultó su propio paso por un psiquiátrico durante la
adolescencia, luego de un intento de suicidio. Allí conoció a Alice Rami, una
chica sensible, triste y dark, que lo fascina y lo enamora y con la que
sellará un pacto que marcará su vida en adelante. Toda su vida: desde
la desparición de aquel niño hasta su elección de Calvero y Santa Psico. Toda una
vida marcada por Alice Rami.
Alternando flashbacks
de aquellos dos períodos de la vida de Jan, y entre los túneles lúgubres,
algunos de ellos secretos, que comunican Calvero y Santa Patricia, transcurre
esta historia que es más un thriller que una novela negra. El clima helado, las
noches largas, los pasadizos a oscuras, el misterioso personal de la clínica, los
compañeros de Jan. Todos son elementos que contribuyen a lo mejor que tiene
esta novela: esos momentos de un terror bien logrado.
Porque por lo demás es otro frío y prolijo
producto nórdico. Habrá lectores que valoren sus vueltas de tuerca, sus bien
administrados momentos de tensión, la dosificación de la información del pasado
de Jan. No lo dudo. Pero a mí me aburrió un poco. Comienza lenta, nórdica, con un personaje con el que es
imposible empatizar. Jan es sensible, pero un poco tonto, la verdad. Tal vez
bienintencionado, sí, pero algo ingenuo. La narración crece en velocidad recién
cuando se acerca el desenlace, que pretende redimirlo a Jan. Y aunque tal vez
lo haga, no me resultó en absoluto satisfactorio. Desde luego, me guardo los
detalles para no revelar nada del final (inesperado, por cierto)
Quienes se interesen por un thriller "de
locos", correctamente escrito, con “sorprendentes” giros de la trama, y aquellos
a quienes les atraigan las historias ambientadas en ese otro Universo que es
Suecia (geográfico, social, cultural: otro
Universo), van a disfrutar de esta novela. Yo, para historias de locos, me
quedo con Shutter Island de
Dennis Lehane.
Traducción: Carlos de Valle
2/13
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